Entrevista a Enrique Osuna

La entrevistas en este blog atravesaron un momento de sequía extremo, pero ahora han regresado nada menos que de la mano del autor Enrique Osuna, creador de El Eterno Olvido, última reseña que pueden leer aquí. Espero que las preguntas, y por ende las respuestas, sean de su total agrado. De aquí en adelante les prometo que traeré muchas más reseñas.

 

Hola Enrique, Bienvenido a Espiral de Letras. Muchas gracias por acceder a responder a todas las preguntas.

Primero cuéntanos sobre ti. ¿Quién es Enrique Osuna? ¿Qué hace cuando no está escribiendo? ¿Cuáles son ahora sus metas?

Soy una persona muy corriente, con trabajo inestable, mujer e hijos. ¿Qué hago cuando no estoy escribiendo? ¡Es que normalmente no estoy escribiendo! El eterno olvido fue algo especial, una especie de reto personal. Lo dejé prácticamente todo por escribir. Ahora voy mucho más tranquilo. Suelo andar una hora diaria, juego al ajedrez dos tardes (completas) por semana, veo fútbol, hago la compra semanal, me gusta cocinar y me pongo a ello cuando tengo ocasión y, a diario, hago el repaso a Internet, que se lleva su tiempo. Por las noches leo y así, pasan días completos y no escribo una página; me falta disciplina. En cuanto a mis metas, por soñar me encantaría que mi novela fuese tan conocida que pudiera dedicarme profesionalmente a la escritura, ya que vivir de la competición en ajedrez es algo que definitivamente no está a mi alcance. Hoy por hoy, me conformo con que mi segunda novela no defraude a quienes disfrutaron con la primera.

Sé que es difícil responder esta pregunta, sin embargo, la formularé igual: ¿Desde qué edad te gusta leer?

En mi casa no existía costumbre de leer, y yo era un niño de pasar mucho tiempo jugando en la calle. No recuerdo haber leído nada infantil antes de tener mis hijos. Es posible que el primer libro que leyera fuese Miguel Strogoff, que precisamente gané en un concurso escolar de cuentos, con once años.

¿Cuáles son los géneros que más te gustan?

Dentro de la narrativa no me atrae la literatura juvenil, épica o fantástica. Pero si un libro es bueno me gustará, independientemente del género. Elijo mis lecturas en función del momento y no tengo unas preferencias claras; me ocurre igual con la música o el cine.

¿Desde cuanto escribes? ¿De dónde viene tu pasión por la escritura?

Siempre supe que me encantaría contar historias. Lo primero que escribí con cierto contenido fue el regreso de mi familia a casa tras los años de emigración. Tenía apenas seis años y solo eran las impresiones de un niño plasmadas en una libreta.

Ahora bien, ¿de dónde surgió la idea que dio origen a El Eterno Olvido? ¿En qué te inspiras para crear historias?

Si no te convence la explicación del epílogo, te daré otra para que elijas. Hubo un tiempo en que quise crear una aplicación donde se encontrara la gente que fuese resolviendo pruebas de ingenio. Ese proyecto fallido se cruzó con mi determinación de escribir una novela, y de ese enlace nació El eterno olvido. En cuanto a la mecánica de creación de historias… verás, yo creo que cualquier trama se cuenta en unas líneas. Lo que la hace interesante es la tensión y el suspense. Si estás muy metido en la novela, dedicándole muchas horas, pensando en ella en todo momento, surgen ideas, guiños, detalles que pueden llegar a enriquecer la lectura y  hacerla más interesante al lector. La novela con la que ahora trabajo se basa en un sueño que tuve hace años, una escena que apenas duró unos segundos, acompañada de una sensación muy fuerte. Puedo describir la esencia en un folio, pero te pones a escribir, a integrarte con los personajes y van apareciendo otras cosas; todo cobra vida como por arte de magia.

¿Cómo fue el proceso de escritura? ¿Tienes alguna manía a la hora de enfrentarte a la hoja en blanco? ¿Alguna anécdota divertida que contar?

El proceso fue escribir y no parar. Y a escondidas, porque nadie en mi familia sabía que estaba escribiendo una novela. De momento, como escritor no tengo manías ni anécdotas, así de soso soy.

¿Has estado en todos los maravillosos lugares descritos en tu novela?

Sí que he estado, pero te voy a contar un pequeño secreto: aunque he visitado Noruega, no llegué a atravesar el túnel de Laerdal. ¡Ni creo que lo haga!

¿Prefieres los protagonistas femeninos o masculinos? ¿Por qué?

Eso es algo que no me había planteado. En El eterno olvido el protagonismo se reparte entre ambos sexos. Pero en mi siguiente novela, la estrella principal es un caballero. Lo mismo ocurriría para las otras dos novelas que tengo en mente. Sin embargo, si alguna vez tuviera la oportunidad de escribir una segunda parte de El eterno olvido el protagonista principal sería, sin duda, una chica. Así que… ¡no sé qué prefiero!

¿De donde surgieron los nombres de los personajes? ¿Tienen alguna razón especial o fueron escogidos al azar?

Para que puedas creerte tu propia historia los personajes tienen que hablarte, necesitas convivir con ellos. No sé si los nombres salen al azar o te lo susurran ellos. El padrastro de Noelia, por ejemplo, comenzó siendo Adrián. Un día descubrí que se llamaba Ricardo y tuve que cambiarlo todo. Con respecto a los personajes principales, Lucía Tinieblas es fácil: la luz y la oscuridad. Pero lo de Samuel Velasco fue distinto. Descubrí una serie de televisión, La chica de ayer, que me gustó muchísimo. Cuando vi que su protagonista principal se llamaba Samuel me di cuenta de que ese era el nombre que demandaba mi personaje.

Hablando de los personajes, tengo una cierta obsesión con ellos. Cuéntanos acerca de como fue su creación, ¿está alguno de ellos inspirado en alguien de carne y hueso? ¿Te identificas con alguno?

Todos los personajes, incluso los malos, llevan encima algo del autor. No me identifico con ninguno, pero me gustaría ser como Lucía. Hay algunos rasgos en la personalidad de Samuel que me son comunes, pero otros, sin embargo, son diametralmente opuestos, por ejemplo su prejuicio o impetuosidad. Pero coincido con él en su visión sobre la política. Samuel es un indignado y, en cierto modo, quien más quien menos está hasta los mismísimos del sistema. Me preguntas si algún personaje está inspirado en alguien de carne y hueso; ¿no estarás pensando en Lucía, verdad? Ja,ja… Pues sí, algunos sí que lo están. El que más, el inspector Esteban. Es calcado a un amigo; hasta ciertos diálogos son literalmente suyos. Bermúdez está inspirado en otro personaje. Hace unos años disputé, a través de un foro, una partida de ajedrez con un amigo. Me sacrificó un alfil y me vi obligado a una defensa heroica. Cada jugada iba acompañada de un diálogo, con lo cual la partida se convirtió en un relato. En clave de humor, representamos la defensa de Gerona (aprovecho para recomendar la lectura del magistral Episodio Nacional nº 7 de Pérez Galdós). Mi rival representaba las tropas napoleónicas, en tanto yo resistía encarnado en el general don Mariano Álvarez de Castro. Lo caractericé como un personaje deslenguado, pero con sentido del humor. El rostro de Nicholas Flenden está inspirado en el de alguien lejano que conocí hace algún tiempo. En cuanto a Lucía, tomé su misticismo de un amigo, una persona excelente de avanzada edad, que cree a la vez en Jesucristo y en la rencarnación.

En el libro hay referencias a varios escritores, entre ellos Stefan Zweig, ¿cuáles son tus autores predilectos?

Zweig tiene una prosa exquisita. Es un gran autor, sin duda. Pero hay tantos escritores y tantas obras extraordinarias, que me costaría mucho elegir.

En la historia hay muchas reflexiones sobre Dios, y luego recordé que había leído hace poco que no crees en él, ¿por qué?

No recuerdo haber dicho que no creo en Dios. Pienso que te refieres a una respuesta que di a un lector que me tachaba de verter opiniones personales en los personajes. Le comenté que un amigo me dijo, tas leer el libro: “Si no fuera porque te conozco pensaría que crees en Dios”. Se refería al respeto y hasta devoción que se desprende en la novela cuando aparece el Señor del Gran Poder o la Virgen de Candelaria, conociendo que yo no comulgo (valga la expresión) con las ideas de la Iglesia Católica. En la novela aparecen las reflexiones singulares de Lucía sobre su idea de Dios que yo ni comparto ni descarto. Hay tantas religiones e interpretaciones que, para un no alineado como yo, resulta complicado opinar sobre su existencia. Lo que sí quiero y necesito creer es que la vida no se acaba con la muerte. Pero la verdad nadie la sabe.

Kamduki, genial Kamduki. ¿De dónde sacaste este juego? ¿Recibiste ayuda para elaborar los enunciados?

Todas las pruebas son de elaboración propia. Algunas (las primeras) basadas en pruebas clásicas y el resto ideadas por mí. Tengo en mente escribir algo así como “La verdadera historia de las pruebas de Kamduki”, donde explicaría, una a una, cómo surgieron. Me gustaría incluirlo como regalo en la versión electrónica de mi próxima novela.

¿Qué piensas acerca de esta nueva Revolución digital que hoy en día se está dando?

Es una maravilla. ¿Cómo, si no, habría tenido el placer de conocerte? ¿Quién hubiera tenido la oportunidad de leer El eterno olvido? Yo solo veo ventajas. El avance tecnológico no es dañino, solo su mal uso.

Algunas personas se rehúsan a los libros electrónicos, ¿qué les dirías?

Que lo pruebe; es muy probable que cambie de opinión. Entiendo que el contacto con el libro físico es muy agradable, pero también lo es un paseo en calesa y utilizamos el coche. El progreso es como es.

¿A qué tipo de lector crees que está dirigida tu novela? ¿La recomiendas? ¿Por qué?

Salvando algunos pasajes un pelín fuertes, pienso que la novela está dirigida a cualquier tipo de público. Yo suelo decir que se trata de una novela de Amor (si me permites la mayúscula) bajo la máscara de un thriller. ¿Qué si la recomiendo? Encarecidamente. ¡Soy su autor! Ja,ja.

Y ya para finalizar, ¿tienes en mente nuevos proyectos?

En mente están, otra cosa es cuándo van a pasar de la mente al papel. Estoy trabajando en otra novela, muy distinta a la primera, que espero pueda ver la luz este año. Tengo pensadas unas historias para escribir dos thrillers y, por otro lado, me encantaría saber algo más de los personajes de El eterno olvido. Pero no puedo comprometerme conmigo mismo en nada más que acabar esa segunda novela. Y ya es mucho.

Muchas gracias, Enrique. Es un placer haberte tenido por aquí y te deseo los mejores éxitos con este proyecto y con los que seguro están por venir.

Muchas gracias a ti, Deigar. Para mí es todo un placer y un honor compartir este espacio en tu blog.

 

Ahora bien, para todas aquellas personas que también han leído El Eterno Olvido, ¿a qué está genial esto de “La verdadera historia de las pruebas de Kamduki”? Personalmente me encantaría leer este “regalo”.

Y si aún existe quien no ha leído esta gran joya, le recomiendo que lo haga muy pronto, pues disfrutará de una gran historia y una narración y tensión que lo volverá adicto y no parará de leer hasta terminar.