viernes, 17 de enero de 2014

El inconstante blogger, aunque no menos lector.

Venir aquí, entrar y publicar una entrada después de tantísimo tiempo, no es menos que un descaro enorme que solo yo tengo el lujo de realizar. No obstante, es mi espacio virtual y por ende quiero y puedo publicar cuando más me apetezca y considere propicio. Es de saber popular, aunque tampoco me agrada que lo sea, el hecho de que este servidor tiene un problema de constancia gravísimo, como también lo es el ísimo que me ha provocado colocar tan seguido. Así mismo, les permito reprocharme el hecho imperdonable de que Espiral de Letras recién cumplió sus cuatro años en la red, no del todo activo -lamentablemente-, y mi YO interior estaba tan distraído que lo pasó por alto hasta hace un par de días mientras divagaba sobre faunos, códigos binarios y libros antiguos. 

De tal forma, dejando el reproche para después y asumiendo toda la responsabilidad que semejante olvido trae consigo, he de hablar sobre los libros usados y mi debilidad por encontrar joyas en puestos de calle. En mi país, Venezuela, yo llamaría Buhoneros de Libros, a todas las personas que deciden vender literatura en cualquier plaza o acera. Ayer, mientras intentaba no perderme en esta gran ciudad, me topé con una esquina repleta de puestos de libros usados. Siguiendo mi instinto lector, me acerqué con sigilo al primer Buhonero y de pronto, sin saber cómo ni en qué momento, estaba al final de la plaza con cuatro ejemplares bajo el brazo y mis labios daban forma a una curvatura alegre. 

Sobre mi mesa de noche reposan tres ediciones del 81 de mi amadísima Agatha Christie y un tapa dura que reza Truman Capote, con firmas de sus antiguos dueños; no sé ustedes pero a mí el olor a libro viejo, esas páginas amarillas con olor a madera y vino, me encantan. Siento que conozco a sus antiguos lectores a través de sus ejemplares.


7 comentarios:

  1. Me encanta que vuelvas!
    oh que bueno encontrar esos mercaditos! y truman es ♥

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  2. Bienvenido de nuevo!
    Y total! También considero que esas ediciones viejas que uno se encuentra en ese tipo de lugares son bastante especiales, si no mira el ejemplar de la guerra de los mundos que viste en mi blog... tiene sus años y ya está bastante acabado, pero me encanta, es como si su estado nos contara una historia.
    Saludos!

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  3. Yo si vi que estabas algo inactivo cuando te seguí, pero seguía siendo un buen blog asi que aqui estoy ¡bienvenido! Me alegra que vuelvas a publicar.

    También soy de Venezuela, y la verdad es que no he visto ningún, como les llamas, Buhonero de Libros, pero me encantaría, espero toparme con alguno, pues los libros usados me encantan. Una vez compré uno ¡y tenía una foto adentro! Me encantó descubrirla, se siente tan especial. ¡Disfruta tus lecturas! Besos.

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  4. Bienvenido de nuevo! Y felicidades por esos cuatro años.
    Me gustan también esos libros viejos, que parecen contar no solo la historia que hay en sus páginas, sino la historia de todos los que lo han leído. Tienen un encanto especial estos libros.
    Besotes!!!

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  5. Me alegra mucho verte de regreso tras tanto tiempo.
    Los lectores somos lectores hasta la muerte comentemos o no, pero cuando desaparece uno de quien se tomaban tantas referencias... se echa de menos
    Besos y felicidades

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  6. Deigar, qué de tiempo ;). Bueno, lo importante es que andas por aquí de nuevo. Yo también he andado un par de meses "desaparecida", pero ya estoy por aquí. Muchas felicidades por los cuatro años. Un abrazo.

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