Escribir esta reseña, resulta para mí sin ninguna exageración ni dramatismo, un trabajo difícil. Todo ello, producto de lo extraña y más extraña que me ha parecido la historia plasmada en Desgracia por J.M. Coetzee. Podría decir muchas cosas y otras tantas acerca del mismo, pero de igual forma sé que me quedaría muy corto. De igual manera, he decido al menos intentarlo y comenzar por el principio.
David Lurie es un hombre de cincuenta y dos años que por malas jugadas en nombre del deseo, ha tenido que dejar de ser profesor universitario y alejarse de todo. Es ahí donde decide irse un tiempo a la granja de su hija Lucy, en Sudafrica, al otro extremo y más allá de su ubicación anterior. Es ahí, en ese desolado lugar, en un tarde de violencia inminente, donde verá verse añicos todo lo que un día pensó saber y tal vez, darse cuenta que la decadencia de un hombre no tiene límite alguno.
Antes que todo, siento la necesidad de aclarar que esta novela me ha transtornado un poco, ya sea por lo peculiar y grotesca que resulta ser, hasta lo extraña que es de punta a punta.
Juro que al leer la sinopsis, pensé en una historia muy diferente a la que se me presentó luego de pasados los primeros capítulos, pues todo parecía tan claro al principio. Pero al adentrarme aún más y familiarizarme con los personajes, noté como aquel ambiente asfixiante también me consumía a mí.
Desgracia es una novela dura y extraordinaria, a la par que confusa y extraña. Desconcertado, de tal manera quedé yo mientras pasaba página tras página. La historia, aunque no muy larga en extensión, es muy fuerte y nada convencional.
David y su hija Lucy, víctimas de una violencia inesperada y ordinaria, deberán cambiar sus vidas radicalmente, dando un giro terrible. El libro tiene una prosa que se deja, aunque la historia en sí te hará detenerte en instantes y pensar en qué demonios está sucediendo con todos los personajes, pues aunque no son muchos, son los suficientes para llenar esta historia y enredarnos en sus fauces. Podría aclarar muchas cosas, pero temo desvelar algún punto fuerte de la historia. Me gustaría además, que alguno de los que leen ahora esta reseña, puedan y se sientan tentados a sumergirse en un libro como Desgracia, repleto de Leyes no escritas y cambios de roles atroces y brutales. Pues aunque parezca una historia sin lado alguno, tiene un toque filosófico sumamente interesante.
Personalmente, me ha parecido perturbador el personaje de Petrus (un supuesto capataz o ayudante de Lucy) pues es tan imperturbable que da la impresión de ser todo lo contrario; lo he detestado como de seguro él también detesta a los demás.
Desgracia se reduce en palabras: descaro, justicias nunca ganadas, dignidades perdidas, impotencia, desolación, tristeza, profundidad, soledad, resignación, y sobre todas las cosas, creencias desconcertantes e inauditas.
J. M. Coetzee se ha ganado un lector más. Su manera de plasmar historias es maravillosa. Además, un autor que produzca en mí semejante impresión y sorpresa con una historia, tiene por seguro que lo seguiré leyendo.
David Lurie es un hombre de cincuenta y dos años que por malas jugadas en nombre del deseo, ha tenido que dejar de ser profesor universitario y alejarse de todo. Es ahí donde decide irse un tiempo a la granja de su hija Lucy, en Sudafrica, al otro extremo y más allá de su ubicación anterior. Es ahí, en ese desolado lugar, en un tarde de violencia inminente, donde verá verse añicos todo lo que un día pensó saber y tal vez, darse cuenta que la decadencia de un hombre no tiene límite alguno.
Antes que todo, siento la necesidad de aclarar que esta novela me ha transtornado un poco, ya sea por lo peculiar y grotesca que resulta ser, hasta lo extraña que es de punta a punta.
Juro que al leer la sinopsis, pensé en una historia muy diferente a la que se me presentó luego de pasados los primeros capítulos, pues todo parecía tan claro al principio. Pero al adentrarme aún más y familiarizarme con los personajes, noté como aquel ambiente asfixiante también me consumía a mí.
Desgracia es una novela dura y extraordinaria, a la par que confusa y extraña. Desconcertado, de tal manera quedé yo mientras pasaba página tras página. La historia, aunque no muy larga en extensión, es muy fuerte y nada convencional.
David y su hija Lucy, víctimas de una violencia inesperada y ordinaria, deberán cambiar sus vidas radicalmente, dando un giro terrible. El libro tiene una prosa que se deja, aunque la historia en sí te hará detenerte en instantes y pensar en qué demonios está sucediendo con todos los personajes, pues aunque no son muchos, son los suficientes para llenar esta historia y enredarnos en sus fauces. Podría aclarar muchas cosas, pero temo desvelar algún punto fuerte de la historia. Me gustaría además, que alguno de los que leen ahora esta reseña, puedan y se sientan tentados a sumergirse en un libro como Desgracia, repleto de Leyes no escritas y cambios de roles atroces y brutales. Pues aunque parezca una historia sin lado alguno, tiene un toque filosófico sumamente interesante.
Personalmente, me ha parecido perturbador el personaje de Petrus (un supuesto capataz o ayudante de Lucy) pues es tan imperturbable que da la impresión de ser todo lo contrario; lo he detestado como de seguro él también detesta a los demás.
Desgracia se reduce en palabras: descaro, justicias nunca ganadas, dignidades perdidas, impotencia, desolación, tristeza, profundidad, soledad, resignación, y sobre todas las cosas, creencias desconcertantes e inauditas.
J. M. Coetzee se ha ganado un lector más. Su manera de plasmar historias es maravillosa. Además, un autor que produzca en mí semejante impresión y sorpresa con una historia, tiene por seguro que lo seguiré leyendo.
No conocía el libro pero me ha llamado mucho la atención tu reseña, la historia parece interesante pero me quedo con la duda de si me gustará por lo que dices de que es extraña, aunque me quedo con bastante curiosidad
ResponderEliminarY esos 5 puntos que se ha llevado la novela!
ResponderEliminarLa verdad es que la pintas muy bien y es una reseña fantástica pero ya me conoces como soy en mis lecturas... No sé, si cae en mis manos por la gracia divina, puede que empiece a leerlo a ver si me parece tan desconcertante ;)
Muás!
Vaya, Deigar, me dejas intrigada con tu reseña...tal vez me anime a leerlo, espero que no sea demasiado violento...no tengo yo espíritu para leer libros en los que todo esté invadido de violencia...Me lo apunto, un saludo
ResponderEliminarInteresante comentario para una difícil novela. Has sabido expresar con exactitud lo que sin duda deseó el autor que sintiera el lector.
ResponderEliminarSaludos,
Blanca
Tatty: La curiosidad es el primer paso para lanzarse a por ese libro.
ResponderEliminarAlice: Aunque dudo mucho que lo leas, me gustaría mucho que lo hicieras. No sé yo, pero lo desconcertante se puede ver en el aire.
Kericolo: Tranquila, no es violento del todo. Tiene su parte, claro está, pero es pasable. Anímate y te sorprenderá.
B.Miosi: Espero que mi comentario sea por lo menos, el más cercano a lo que el autor quiso que sintiera el lector. Se me ha hecho difícil escribir la reseña.
Gracias a todas por sus comentarios.
oh, a mi me encantan este tipo de historias! espero leerlo!
ResponderEliminarEs el único libro que he leído del autor y me encantó, rpetiré con Coetzee seguro. La peli no está mal pero no llega ni mucho menos a la hondura de ideas que nos produce la novela. Un abrazo
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